Una sola palabra puede desatar el caos

Y una sola frase, hacer que todo se desmorone.

Y luego, después del vendaval...viene la culpa. Esa sensación fría y amarga que te desangra por dentro. Una vez leí que debemos permitir que la culpa nos recuerde hacerlo mejor la próxima vez...Si a alguien le suena es de Divergente de Veronica Roth, aunque esto no viene a cuento, para nada.
Lo que en realidad me pregunto es...¿Y si no hay una segunda vez? ¿Y si llegas a un punto de no retorno? ¿Y si las cosas no vuelven a su cauce?

¿Sabéis? Puede que me esté poniendo un poco paranoica, pero no lo sé. Hacía mucho tiempo que no sucedía algo así...Cuando pasó yo era muy pequeña y aunque sé que fue grave...no sé si tanto...No lograba comprender la magnitud de...

Y ahora, haberlo comprendido cuando pude...me estaría ahorrando mucho dolor. Preocupación...seguramente lágrimas y noches sin dormir.

Pero como no puedo, seguiré fingiendo que no ocurre nada, que todo está bien, igual que siempre, mientras todo esto me desgarra por dentro. Y me mata. Como si tuviera una hemorragia interna. Solo que en este caso conozco su existencia y no voy al médico ni nada por el estilo. Lo único que puedo hacer es esperar, que se arregle por su cuenta, y desahogarme escribiendo.

Por mucho que trate de calmarme...las dudas y el miedo vuelven a mí. Reptando desde el lugar oscuro y profundo de mi corazón donde los he desterrado...Inundándome...impidiéndome pensar con claridad...

He leído muchas veces eso de que la tensión del ambiente podía cortarse y cosas así. Pero nunca lo había sentido. Y, sinceramente, prefiero respirar el aire, no cortarlo.

Y todo esto nos lleva a...no lo sé...Mientras todo mi mundo se hace añicos, seguiré sonriendo, con mi bonita fachada pintada de rosa.

By Myra