Me he dado cuenta de que los niños pequeños, son en su mayoría, felices. Y creo que al tener a mi hermano pequeño a mi lado entiendo porqué.
Conforme crecemos, más responsabilidades y preocupaciones cargamos sobre los hombros. Empezamos a mirar hacia delante, a pensar en el futuro. Y también, en ocasiones, a mirar al pasado, quizá en busca de alguna respuesta o de un recuerdo de tiempos mejores.
Pero mi hermano no. Es feliz. No tiene preocupaciones. Alguna inquietud tal vez, pero una vez resuelta vuelve a lucir esa mirada brillante. Y las responsabilidades apenas consisten en alguna rabieta de vez en cuando y...todo pasado, vuelve la calma.
Él es feliz de ese modo porque vive el presente. Sólo el presente. No piensa en el inquietante futuro, ni tampoco en el impertinente pasado que a veces nos quiere atormentar.
Aunque puede que sea mejor vivir no sólo el presente. Sino recordar el pasado y pensar en el futuro. Al fin y al cabo de otro modo no podríamos aprender de nuestros errores y prosperar como personas...
No sé...es confuso.
By Myra